La ubicación, de lujo, a pasos de la catedral. Habitación sencilla pero muy bien, con unas vistas que se la juegan. Eso sí, las escaleras son un poco bravas si llevas maletas, pero vale la pena por la experiencia. Me quedo con ganas de regresar.

Este lugar me va perfecto. Tiene todo lo que necesito, televisión de pantalla plana, utensilios de cocina y se permite mascotas. Recuerdo que el personal me ayudó a encontrar lugares para comprar. ¡Sin duda volveré por navidad!

La ubicación es simplemente espectacular, a pasos de la Catedral.

Al llegar, me encontré con un ambiente frío, ya que la calefacción no estaba encendida en pleno invierno. Además, las escaleras son realmente complicadas para llevar el equipaje, siendo estrechas y empinadas. No esperaba que la experiencia se sintiera tan desgastante.

aunque hay cierta "belleza" en la antigüedad del lugar, no entiendo cómo en Diciembre no había calefacción encendida, hacía frío helador. Además, las escaleras son horribles, una aventura con equipaje. esperaba al menos un detalle especial por las molestias, como una botella de agua, ¡pero no! casi iba a poner una buena review, pero no pude.

La ubicación es inmejorable, a un paso de la Catedral y la plaza mayor. Las vistas desde el apartamento son increíbles y el espacio está bien acondicionado, ideal para descansar después de un largo día explorando.

El apartamento presenta varios defectos que desmerecen la experiencia, como cajones rotos y falta de cortinas en la habitación. Además, la calefacción no estaba encendida al llegar, lo que hizo que el ambiente fuese bastante frío. Las escaleras son angostas y empinadas, complicando el acceso con equipaje.

La posada san martin es un lugar encantador. La recepción fue genial y nos mostró una habitación que nos encantó. La ubicación es inmejorable, justo en el centro del casco antiguo. La cama era muy cómoda y todo estaba muy limpio. Además, el baño estaba completamente equipado, lo cual es un gran plus para nosotros.

lo recomiendo

Todo bien, pero escaleras complicadas.

La ubicación de la Posada San Martín es inmejorable, a solo un minuto caminando de la Catedral. Desde mi habitación en el segundo piso, disfruté de vistas preciosas a las Hoces. La calefacción funcionó perfecto y todo estaba muy limpio. Sin embargo, el acceso a la habitación fue complicado. Las escaleras son empinadas y estrechas, difíciles de manejar con maletas, especialmente para familias. A pesar de esto, la habitación tenía un encanto rústico que realmente se agradece. Aunque la fachada del edificio podría mejorar para no dar la impresión de una casa abandonada, una vez dentro, el lugar se siente acogedor. Sin duda, volvería para disfrutar de esas vistas y la maravillosa ubicación.

Televisor de pantalla plana y utensilios de cocina. Perros bienvenidos. Escaleras difíciles.

buena experiencia pero con detalles a mejorar

La habitación era pequeña, pero perfecta para nosotros con camas cómodas y todo muy limpio. La ubicación fue inmejorable, con fácil acceso a restaurantes y el mirador cercano. Además, la vista del río desde la habitación fue un plus que disfrutamos mucho.

Algunos detalles en el baño podrían mejorarse.

experiencia única en el corazón de cuenca, una ubicación maravillosa y vistas impresionantes desde la habitación

La Posada San Martín es un lugar encantador. La ubicación es privilegiada, a apenas un minuto de la Catedral, y las vistas desde la habitación son sencillamente espectaculares. Aunque el acceso a las habitaciones puede ser un poco complicado con las escaleras, la experiencia vale totalmente la pena. La estancia fue confortable, la habitación estaba bien equipada y todo profundamente limpio.

La atención de la mujer de recepción fue excepcional. Nos ofreció un ticket para el parking, lo que hizo que el costo fuera más asequible. La habitación estaba impecable y tenía camas cómodas, perfecta para descansar después de un día explorando. Además, todo estaba muy limpio y ordenado.

Las almohadas eran un poco blandas.

no dudaría en volver

La habitación era pequeña pero perfecta, con baño privado, ducha, calefacción, TV de pantalla plana y todo muy limpio. Tenía también un rincón de comedor y vistas preciosas. La atención de recepción fue genial, nos dieron un ticket para el aparcamiento que ayudó bastante. Ubicación inmejorable cerca de la plaza y la catedral.